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19 Sep La cicatriz de cesárea: cómo cuidarla y mejorar su aspecto

Lidiar con la molestia de la cicatriz es una fase más por la que las mamás que habéis tenido un parto por cesárea puede que tengáis que pasar. Una vez se han caído o reabsorbido los puntos, las molestias pueden continuar. Ten en cuenta que la cesárea es una cirugía mayor. Puede que la herida ya esté curada, pero el tejido no se ha recuperado del todo. ¿Cómo debemos cuidar la cicatriz de cesárea para devolverle la elasticidad a la piel y evitar problemas mayores?

 

Cuidados básicos de la cicatriz de cesárea: sigue las indicaciones del personal sanitario

Sobre los cuidados post quirúrgicos de la cirugía de cesárea, el personal sanitario del mismo hospital te explicará cómo debes limpiarla y mantenerla. Normalmente se aconseja lavar con agua y jabón y dejarla expuesta (pero dependerá de las indicaciones del personal de enfermería, matrona o ginecólogo). Al principio notarás el área de la incisión ligeramente hinchada y más rosado que el resto de la piel; esto es totalmente normal. Aunque el dolor pueda pasar en 2 ó 3 días, es muy probable que notes la zona sensible o de lo contrario, insensible o “acartonada” durante varias semanas más. A medida que la herida cicatriza, notarás que la piel vuelve a su tono normal.

 

Fisioterapia para la recuperación de la piel

En la mayoría de los casos, a partir de los diez-quince días desde la operación, la herida cicatrizará y el personal sanitario podrá retirar los puntos o las grapas que nos hubieran puesto. A partir de aquí, es todo recuperación, pero si no hacemos nada, la zona puede seguir causándonos molestias, la piel puede mantenerse tirante, podemos no sentirnos cómodas con el aspecto de la cicatriz, o incluso podemos desarrollar otros problemas, como las adherencias.

 

Masajes en casa: favoreciendo la regeneración de la piel

Los masajes son un recurso que muy probablemente te recomiende la matrona en el momento de quitarte los puntos. Masajearnos diariamente la cicatriz con aloe vera o aceite de rosa de mosqueta ayuda no sólo a hidratar la piel, sino también a regenerar el tejido. Si convertimos esta práctica en un hábito, facilitaremos la recuperación de la elasticidad natural de la piel en la zona de la herida. Además, con el tiempo, veremos cómo la marca de la cicatriz se ve cada vez menos.

Por otro lado, los masajes también disminuyen la probabilidad de desarrollar queloides (un queloide es una hipertrofia de la cicatriz, es decir tejido que ha crecido de manera exagerada dándole un aspecto abombado).

 

Fisioterapia durante el postparto: masajes especializados para evitar las adherencias

Además de los masajes diarios en casa, lo mejor para ayudar a tu cuerpo a recuperarse es acudir a un fisioterapeuta especializado en postparto. Un especialista puede hacer seguimiento de la evolución de la cicatriz y asesorarte sobre tu recuperación de la mejor manera. La cesárea, a fin de cuentas, es una cirugía abdominal, por lo que requiere que le dediquemos una atención cuidada para terminar de recuperarnos por completo y no sufrir secuelas en el futuro.

 

Crema para tratar la cicatriz de la cesárea

 

Una de las consecuencias más comunes de una cirugía abdominal, como la cesárea, es el desarrollo de adherencias. Las adherencias son partes del tejido de las cicatrices internas que pueden conectar dos órganos o áreas que no deberían estar conectados. A largo plazo, pueden provocar obstrucciones en los órganos afectados. Entre los síntomas de las adherencias provocadas por la cesárea se encuentra tener dolor constante en la zona abdominal, sentir molestias durante las relaciones sexuales y tener hipersensibilidad al tacto en el área de la cicatriz.

 

Un fisioterapeuta especializado nos dará masajes no sólo a nivel superficial, que ayudan a regenerar la elasticidad de la piel, sino también a nivel profundo, movilizando las estructuras internas que se han visto afectadas por la cicatriz. De esta manera, evitaremos la formación de adherencias que puedan afectarnos en el futuro.

 

Terapia con INDIBA

INDIBA es un tratamiento de radiofrecuencia no invasivo e indoloro que favorece la aceleración de los procesos naturales de recuperación del cuerpo. Alivia el dolor desde el primer momento y es empleado en todo tipo de casos de recuperación.

En el caso de las mamás que hemos tenido un parto por cesárea, el tratamiento INDIBA nos ayuda a mitigar el dolor y las molestias causadas por la herida, además de favorecer la regeneración de los tejidos muy rápidamente.

La terapia con INDIBA es uno de nuestros servicios dentro de la recuperación postparto. Si quieres saber más sobre ella no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

 

Máquina INDIBA Activ

 

Permitirle a nuestro cuerpo recuperarse tras el parto es fundamental y es lo mejor que podemos hacer para cuidar de nuestra salud, de la que ahora depende además una pequeña personita.

Nuestro cuerpo tiene una gran capacidad de recuperación, especialmente después de un hito como el parto .En el caso de las mamás por cesárea, tenemos que extender los cuidados un poco más debido a la envergadura de la cirugía, pero, por suerte, estos son no invasivos y nos pueden ayudar a evitar problemas como las adherencias, las cicatrices tirantes y los problemas estéticos.

 


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